Nació en Río de Janeiro hace 26 años, pero después de vivir 1.000 días en nuestro país al hombre sólo le faltan las botas, la bombacha y el facón cruzado en la cintura y es más argentino que el gaucho pampeano ya que se declaró fanático del mate y el asado. ¿De quién estamos hablando? De Wallace, el invitado especial de Morgan Lo Hizo en su programa Nº 46 y el jugador de Drean Bolívar, recientemente consagrado tricampeón del voleibol argentino y premiado por la ACLAV como Mejor Atacante y Máximo Anotador de la 13ª edición de la Liga Nacional.

“Tomo mucho mate pero con yerba ‘gaúcha’ (del gentilicio usado para designar a los habitantes del estado brasileño de Río Grande do Sul). Es más fina, como un polvo. En Buenos Aires no se consigue aunque siempre alguien me la trae, y se toma en un recipiente más grande que el mate común. Y como muchísimos asados”, aclaró el opuesto.

El jugador de 2,05 metros se está recuperando de la rotura de meniscos y ligamentos de la rodilla derecha que sufrió en el segundo partido de la final, ante La Unión de Formosa. “Cuando pasó todo no quería ni mirar… El equipo venía hace 3 años jugando con un sistema de ataque y yo tuve que dejar la cancha justo en la final. Pero Lucas Tell y Badá me reemplazaron muy bien”.

El brasileño también nos contó que, a pesar de la magnitud de la lesión, le pidió al médico Gabriel Solari que lo infiltrara para poder jugar el quinto duelo, pero “la cabeza no me dejó, pensaba más en la rodilla que en la técnica y el juego. Troté, hice desplazamientos, saltos… pero no pude”.
Wallace reconoció también que “se sufre mucho más como hincha que como jugador. De afuera se vive con muchos nervios, es muy complicado”. Mientras que sobre su futuro inmediato remató: “Carlos Trolla -kinesiólogo de Bolívar- me dijo que mi evolución está muy avanzada, más de lo previsto, pero la recuperación lleva tiempo”.

Pero el papá de Sofía, una beba hermosa de nueve meses, también le puso el pecho a los “temas más calientes” y respondió: “¿Si yo me pondría la camiseta de la selección argentina? No sé… depende mucho del momento, responder esto ahora es difícil. A Javier (Weber) le tengo una confianza total y sé como labura, pero creo que Argentina tiene un gran grupo y hay que apostar por ellos. No quiero que ninguno de los muchachos se molesten”.

Y hubo más: “William -su compatriota y armador de Bolívar- debería estar en la selección brasileña”. Y remató: “Marcos Milinkovic todavía juega bien y está para la selección”.

Sin embargo, la caricia radial para los amantes del voleibol también hizo hincapié en el arranque de la selección argentina, la “Era Weber”, y escuchamos declaraciones de Rodrigo Quiroga -el flamante capitán-, Nicolás Uriarte, Gustavo Porporatto, Federico Pereyra y Lucas Ocampo. Aunque por la vereda de enfrente, entre las chicas, habló su entrenador Horacio Bastit, quien analizó el Premundial que se viene en Tortuguitas. Asimismo, Patricio “Pato” Vera musicalizó el Top Chart.

Pero una las mayores novedades del programa, que se emite por la radio Conexión Abierta, la trajo Hernán F.: nuestro conductor estrella también juega al voleibol en divisiones de ascenso del Metro y el último fin de semana, ocupando el rol de líbero, terminó con el dedo meñique izquierdo fuera de lugar culpa de… ¿Qué?, ¿quiere saber? Bájese el programa y entérese usted mismo.

Ya no quedan dudas. Morgan Lo Hizo. Fuimos los primeros. Tenemos la mejor información. Nunca bajamos los brazos… Y vos, ¿te lo vas a perder?

Morgan lo escribió

¡VOLVIMOS! BAJATE MORGAN Y VOLÁ CON NOSOTROS

Sí, gracias una vez más a nuestra segunda casa, la radio Conexión Abierta, ya podés escuchar cada programa de Morgan Lo Hizo. ¿Por qué? Porque ahora desde el sitio web de la radio (http://www.conexionabierta.com.ar/) te podés bajar después de cada lunes (cuando lo actualicemos, claro) ese mismo programa, el último.

Si sos bacán y no tenés ganas de buscar, bueno, hacé click acá. Me vas a decir que tarda más, pero tenés el programa entero con un sólo toque al mouse. Y con botón derecho y "Guardar destino como...", te lo bajaste. Es buenísimo, ¿no?